Fue un hombre que tuvo una gran ambición: reformar el mundo un niño pequeño y débil, marcado por la trágica muerte de seres queridos. Luego, se convirtió en un hombre tímido y torpe en las relaciones sentimentales, pero brillante en el mundo del intelecto. Destruyó mitos y &ldquoestupideces sobre zancos” por medio de reflexiones lúcidas, analíticas y mordaces, impregnadas de sentido común. Su vida coincide con la ilustración, con la revolución francesa, con la agonía rabiosa del colonialismo en américa. este ser tranquilo &ndash que pocas veces se apartó de su jardín, de sus instrumentos musicales, de sus adoradas mascotas y de su estrecho círculo de amigos &ndash fue capaz de despertar pasiones violentas en la política y en la religión. Su filosofía fue tildada muchas veces de veneno mortal. Hoy en día su lema de buen gobierno &ldquola mayor felicidad para el mayor número” es la regla de oro a la que aspiran los estadistas del mundo. Su lucha por el respeto a la vida, a las libertades, a la tolerancia, a las leyes claras, justas y ecuánimes, a la educación accesible a todos, sigue siendo actual. Al contar su historia, la autora también pinta la época dramática y contradictoria en la que se difundieron sus ideas y relata las vivencias de personajes extraordinarios que se movieron con bentham como telón de fondo.
VARGAS MARIELA - PLANETA